Comprobamos que la moda vuelve cada 20 años: El CD esta de regreso

Comprobamos que la moda vuelve cada 20 años: El CD esta de regreso

A principios del siglo los CDs propiciaron el último gran momento de gloria de las discográficas y formaron parte de una auténtica tormenta perfecta: eran los años previos a internet, es decir, cuando aún no habíamos perdido la inocencia como consumidores, y los CDs como soporte vendían más que nunca, con lo que todos teníamos CDs y reproductores. Los «buenos viejos tiempos»: abono perfecto para una explosión de nostalgia veinte años más tarde.

Los CDs están experimentando un leve aumento en ventas por primera vez desde 2004, cuenta la empresa analista de datos MRC Data. Por una parte, es inevitable que cada vez se hable más del regreso del CD. Ese adagio popular que afirma que las modas se repiten cada 20 años. Aunque por supuesto, el CD se inventó mucho antes de principios de los dos miles. Se comenzó a comercializar en 1984, y también hubo hitos en su historia como la invención del CD-ROM en 1985 o el CD grabable en 1990.

Pero fue en el año 2000 -hace aproximadamente esos veinte años de la creencia popular en los ciclos de las modas- en el que las cifras de ventas de los CDs llegaron a su máximo en ventas (más de 13.000 millones de euros en Estados Unidos, según la RIAA) y sustituyeron por completo al cassette como estándar para el almacenaje y reproducción de música. Desde ahí se inició un lento descenso que ha llevado a unos ingresos de unos 483 millones de dólares en el año 2020, último del que se tienen registros.

La tendencia se repite también si contemplamos el número de copias vendidas. Aquel mismo año, en el 2000, se llegó al máximo histórico de ventas: 942,5 millones de unidades. Desde ahí se puede ver también un descenso en proporciones muy similares, hasta llegar a los apenas 31 millones vendidos en 2020, último año de registro.

Es decir, si nos atenemos a esos veinte años cíclicos, la cosa tiene sentido: es el tiempo que ha pasado desde el pico de popularidad de los CDs, así que ya toca. Y hay un runrún entre la industria y la prensa: Rolling Stone hablaba hace unos meses abiertamente de un revival del formato, pero lo cierto es que con los datos en la mano, hay que ser precavidos: ese resurgir de las ventas que cuenta MRC Data es apenas una subida del 1%. Es más, se puede achacar toda la culpa de este momentáneo boom a las ventas del último disco de Adele, el «30». Si nos vamos a sus directos competidores en términos de formato, el CD sigue siendo un segundón. El vinilo lleva creciendo de forma consistente desde hace 15 años, y los ingresos en la industria en ese formato doblan a los del CD. Técnicamente, la música grabada en digital puede ser superior al vinilo, pero está claro dónde van las simpatías de los melómanos, que además cargan al vinilo de un componente nostálgico muy fuerte.

Desde Pitchfork hablaron con un representante de la web Discogs, que les suministró unos datos muy interesantes: el año pasado vendieron un 8’8% más de CDs que el anterior, un total de 3’7 millones de unidades, y en 2022 llevan el mismo ritmo. Antes de la pandemia el impulso fue aún mayor: el formato dio un salto del 37% en 2020. Discogs es un centro esencial para coleccionistas de formatos físicos, así que está claro que esas ventas pertenecen no a un mercado mainstream, donde reina el streaming sin problemas, sino a compradores que adquieren CDs con criterios de coleccionista.

Y ese criterio de coleccionista se deja ver, por ejemplo, en corrientes de Tik Tok como las que se agrupan bajo el hashtag #CDcollection, que demuestran un enfoque muy similar a los de los coleccionistas de vinilo, más abundantes, distinguidos y con mejor prensa. Es la prueba de que no estamos tanto ante una revitalización del formato (cuyas virtudes son igualadas sin problemas por los servicios de streaming con mejor sonido), sino ante una reivindicación estética y un ejercicio de nostalgia.

Tiene todo el sentido del mundo: quienes eran adolescentes con el cambio de siglo, ahora están entre los treinta y pico y los casi cuarenta años, la edad perfecta para empezar a echar de menos los buenos viejos tiempos y el descubrimiento de una nueva tecnología de reproducción de audio. Y además, hay un detalle extra que convierte a los CDs en blanco perfecto para una nueva oleada de nostalgia….

Fuente: Xataka

¿Te gusto mi contenido musical? deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *