Drogas sintéticas como el fentanilo, de precio bajo y fácil acceso, han elevado de forma alarmante el número de muertes por sobredosis, sobre todo entre los jóvenes, en Estados Unidos
Estados Unidos registra una de las peores crisis en toda su historia de muertes por sobredosis de drogas, que casi alcanzaron las 108.000 en el 2021, en gran parte, debido a la forma en que el fentanilo ha inundado las calles del país.
«Es inaceptable que estemos perdiendo una vida por sobredosis cada cinco minutos», lamentó el director de la Oficina de la Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, Rahul Gupta, en un comunicado.
Según los resultados que aún se consideran preliminares, se registraron un estimado de 107.622 decesos por sobredosis, la cifra más alta de la historia en el país, que se vio influenciada por la pandemia. El número fue presentado por los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) con los datos proporcionados por el Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias.
Las muertes por sobredosis, que corresponden a un cuarto de los muertos por covid-19, se elevaron alrededor de un 15 por ciento respecto al 2020, que ya habían visto un aumento del 30 por ciento respecto a 2019; esto quiere decir que la crisis representa un alza del 45 por ciento, aproximadamente, previo al inicio de la pandemia.
La llegada de un potente opioide sintético como el fentanilo al mercado, y de las metanfetaminas, tiene un papel clave en la situación que vive el país que se ha tornado alarmante pues, aunque la cifra de muertes por sobredosis ha crecido desde los años 70, el número alcanzado en este informe es histórico. (lee también «Un fenomeno cultural, el club de los 27»)
Esto es, porque las muertes por el abuso de los opioides sintéticos, sobre todo el fentanilo, se elevó de 58.000 a 71.000; mientras que las asociadas con drogas estimulantes, como las metanfetaminas, aumentaron de 25.000 a 33.0000.
Uno de los riesgos más importantes del consumo de drogas como el fentanilo, es la facilidad para combinarlo con otras sustancias, como la heroína o cocaína; o bien, administrarse junto con otros medicamentos como los ansiolíticos. Estas mezclas de opioides y estimulantes, conocidas coloquialmente como speedballs o goofballs, han probado ser cada vez más letales.
El presidente Joe Biden anunció hace unas semanas la estrategia nacional para el control de drogas, que se enfoca en el tratamiento de las adicciones más que en la abstinencia; mientras que Gupta anunció un plan para combatir el uso del cristal o meth, cuyo consumo triplicó el número de muertes por sobredosis, entre 2015 y 2019.
México es “la principal fuente de este fentanilo ilícito y sus análogos” y los cárteles lo fabrican en laboratorios clandestinos, con ingredientes provenientes en gran parte de China, advirtió en febrero una Comisión para Combatir el Tráfico de Opioides Sintéticos.
Fuente: Independent Español