una generación
la música
LECTORA DE TRACKS
Miles de años llevan los humanos sobre tierra. Casi la misma cantidad de ellos en la alegría o la desolación hombres y mujeres se han hecho acompañar por la música. Ha sido bálsamo y compañía, ha sido el combustible de sus celebraciones y ritos. Sin embargo, la música es per sé tan etérea como el mismo espíritu humano que la creo.
En la obsesión humana por guardar experiencias para revivirlas hace poco más de cien años, se empezaron a desarrollar técnicas para hacer física la música y volver a sentir la experiencia espiritual que guarda cada tonada. En algún punto nacieron los larga duración, los LP. Y hubo coleccionistas, conservacionistas e historiadores de ella.
La lectora de tracks, nuestra heroína, es una combinación de los anteriores, aunque se definiría mejor como antropóloga de la música grabada. Con su súper traje y en su motoneta blanca ella luce como Centella, el animé japonés, pero su afán justiciero es por mostrarnos a todos esas joyas reservadas para algunos pocos.
Buscando indicios y siguiendo pistas. Comparando discos, grabaciones y ediciones La lectora de tracks se sumerge tanto en la diversidad como en lo común que cargan los trabajos discográficos.
Como el sencillo que va oyendo en sus audífonos VModa: “Love Me Do/PS I Love You (Lennon/McArtney) —con dicha falla en la escritura del vinilo de Paul—. Un sencillo tipo demostration record —entregados a las radio-estaciones para promoción— que aún mantiene el sello “Not For Sale”. Solo existen 250 prensas del espécimen y este en particular fue subastado por 9400 Libras Esterlinas en ebay para obras de caridad, unos 50 millones de pesos: el tercer vinilo más caro de la historia.
Ahora la vemos en su Vespa blanca a juego contrastante con su malla negra transparente y con puntas de estrellas donde se lee Bowie, de su colección de ropa Blackstar. Va rauda a Coachella. El festival musical que se hace en Indio (CA) la ha invitado a compartir esos sonidos que atesora, guarda y cuida en su colección de vinilos, como el ya mencionado, con los más de veinticinco mil asistentes. Esos melómanos sedientos de gemas musicales esperan sus sorpresas